El gran desafio de dar una clase en donde participe mucha gente es la heterogeneidad de los alumnos.
Teniendo en cuenta las edades, sus contexturas fisicas, sus necesidades y sobre todo las ganas de vivir esta experiencia, se nos presenta un escenario en donde debemos ser creativos a la hora de armar la clase, realizando posturas que puedan alcanzar todos, siendo proactivo a la hora de corregir y marcar las asanas y sobre todo marcando una postura diferenciada al que no puede realizar el asana propuesta, siempre priorizando el bienestar de los alumnos.
Es una experiencia unica para darnos cuenta de los diferentes "vicios" posturales y de como trabajar para mejorarlos.
El otro desafio es llegar a armonizar las diferentes energias presentes y llegar al final de la clase en un estado de union en donde todos sientan la misma plenitud, relajacion y armonia.